El tercer super poder es tomar acción, y para mi, este es el más importante de todos, la mayoría de las personas queremos muchas cosas, deseamos, soñamos, anhelamos, sin embargo, a la hora de tomar acción, sólo unos pocos lo hacen, la razón obedece a los miedos y limitaciones que estan a la orden del día, pero tambien a la comodidad, a la pereza de emprender caminos nuevos y retadores, al fin y al cabo estos caminos nos sacarán de nuestra incómoda zona cómoda, y esto es algo a lo que nos resistimos de manera consciente e inconsciente, porque además a nuestra mente le encanta someternos a lo conocido con el ánimo de “protegernos” de lo desconocido, tenemos una reactividad enorme a los cambios, sin embargo, el no tomar acción es la acción más esclavizante y limitante de todas, es aquella que nos aleja de las extraordinarias oportunidades de la vida, convenciéndonos de que como estamos estamos bien, pero… realmente estamos bien?
Y el cuarto súper poder, es levantarte cuantas veces sea necesario, es esa capacidad de resiliencia, de adaptación al cambio, es esa capacidad de comprender que toda dificultad, podemos convertirla en una oportunidad, una oportunidad para crecer y desarrollar una mejor versión de nosotros mismos.
Atrae a tu vida las cosas que realmente quieres, y no se trata de fórmulas mágicas, se trata de consciencia, de humildad para aprender, de determinación y de amor propio, atrévete a desaprender y aprender de nuevo, no tienes idea de lo mágico que es ver la vida a través de la satisfacción de lograr los objetivos que nos planteamos, si tu no lo haces, nadie más lo hará por ti.
Puedes tener 20, 30, 40 años de vida, o un año repetido 20, 30 o 40 veces, elegir libremente un proceso de mejora es esencial, y la construccción de hábitos es una llave que abre las inmensas puertas de la grandeza, atrévete a dar el primer paso, siempre hay miedo, pero a los miedos los enfrentamos.