
Lo que hacemos habla por nosotros, la coherencia es esa correspondencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos.
Desde un punto de vista mental, uno de los grandes problemas es demostrar todo con acciones y con resultados. En otras palabras, siempre se habla de buscar la libertad, estar bien con la familia, ser exitosos en la vida, sin embargo, desafortunadamente y, como lo hemos hablado en el transcurrir de estas páginas, todo eso es muy lejano a la realidad para la mayoría.
Vemos cómo la tasa de divorcios aumenta cada día, muchas madres viven agotadas sin el control de las rutinas de sus hijos, mucha gente vive con sobrepeso y problemas de salud producto de sus equivocados hábitos, muchas personas viven endeudadas bajo el paradigma de que “para tener algo hay que endeudarse” o de que “no es posible tenerlo todo”, o con los patrones de rechazo inconsciente al dinero que, por supuesto, lo que hace es mantenerlos apegados a la escasez. No puedo decir que el entorno no afecte, pero lo que sí te puedo decir es que afecta lo que tú le permitas que afecte. Cierra la posibilidad a cosas que afectan tu bienestar y tu energía, haz de cada día una nueva batalla para cumplir con las ideas por las que luchas. Ten siempre presente que una cosa es decir y otra hacer, ten tu casa, tu mente y tu actitud en orden y el exterior se va a tener que organizar en función de eso. Asegúrate de ser esa mujer de excelencia que actúa desde la coherencia, por supuesto que muchas veces no es sencillo, vendrán a ti tus miedos, tus paradigmas, tus justificaciones, pero justamente se trata de esa capacidad de demostrarte a ti misma que la vida plena que quieres está a la vuelta de las decisiones que tomes día tras día.