Nos han enseñado a liderar a otros, o al menos existen miles de cursos y herramientas sobre liderazgo porque en el ámbito laboral tradicional lleno de jerarquías, liderar a otros hace parte de uno de tantos roles, pero además, sin ir tan lejos, muchas mujeres somos mamás y ser mamá implica la necesidad de ser líder para tus hijos; sin embargo, antes de liderar a otros, deberíamos aprender a liderarnos a nosotras mismas.
El autoliderazgo se mide por tu capacidad de transformación, y la transformación sólo es posible, cuando transformas tus hábitos, cuando tienes un destino definido y si sabes para donde vas y lo que realmente quieres, es ahí cuando le estas dando a tu mente instrucciones claras pero además estas escuchando los verdaderos anhelos de tu alma, dejas de ignorarlos por el afán de tu día a día y te determinas a pulir tus errores porque no toleras la falta de progreso en tu vida, tu reto es contigo misma.
¿Entonces porqué pretendemos liderar a otros cuando en realidad muchas veces no tenemos el control de nuestras vidas, de nuestros hábitos, de nuestra mente? En el hábito del autoliderazgo encuentras la grandeza, pero además la capacidad de liderar a otros incluso sin proponértelo y te cuento porque:
Tienes madurez emocional, te enfocas en conseguir los resultados que quieres, has aprendido a desarrollar habilidades sociales, tienes una imagen personal elevada, eres creativa, eres audaz, tienes la capacidad de soñar, eres coherente entre lo que dices, piensas y haces.
Llegas al Autoliderazgo en tu vida, cuando dejas de decirte que todo esta bien, cuando sabes que no es así, cuando desafías tus creencias y tus hábitos, cuando pones a prueba tu mente y te aventuras a tomar el control de tu vida . Establece y cumple rutinas ganadoras que te permitan ser una mejor versión de ti misma, aprende a tomar decisiones más allá de tus impulsos emocionales convirtiéndo en un hábito el entrenar tu mente, y asegúrate de convertir en un hábito la capacidad de decir NO a lo que no te sirve.
Algo fundamental es alejar el hecho de creer que todo lo sabes o lo tienes bajo control con lo que has aprendido o vivido, si quieres aprender a liderarte a ti misma, debes incluir el hábito del entrenamiento disruptivo, o en otras palabras, de la educación para el desarrollo personal, este hábito te prepara para enfrentar más hábilmente los obstáculos de la vida, te dispone para ayudar a otros, eleva tu autoestima, cultiva tu resilencia, te genera riqueza espiritual y material, amplia tu visión y consciencia de vida, te permite encontrar y crear tu propósito y te brinda herramientas para tomar el control de tu vida, la preparación dista kilómetros de la formación académica, terminar una carrera y cursos avanzados es un pilar del crecimiento pero lejos está de ser lo único importante, decide vivir en modo ¿Qué aprendi hoy?, verás como se elevan tus estándares de vida a cada momento, y el progreso diario te da una dósis de felicidad incalculable.
Eres lo que toleras, el cómo te traten los demás, el conformismo en tus resultados, la enfermedad por cuenta de tus hábitos errados, los miedos que te atan, las personas que te rodean aun cuando no aporten a tu crecimiento, cuando te lideras a ti misma, aprendes a definir claramente lo que no estas dispuesta a tolerar de ti y de los demás, aprendes a cuestionarte, a retarte, a llevar tu vida a un siguiente nivel, el nivel donde se encuentra la vida plena que quieres, mereces y eres capaz de crear.