Así es como el estrés de tu trabajo te esta convirtiendo en una mujer reactiva.

Nuestra salud física y emocional, depende entre otras cosas, de nuestro descanso y momentos de reparación, sin embargo, estamos constantemente estimuladas y estresadas y esto genera reactividad emocional.

Pensar que no existan las dificultades, o pretender retirar todo aquello que nos pueda estresar, es inútil e ingenuo, sin embargo, el estrés crónico e incluso imperceptible aveces que genera la velocidad de la vida actual entre muchas cosas más, hace que reacciones permanentemente ante el entorno y las personas que te rodean.

Pero ojo, el hecho de que el estrés lo ocasione, no significa que tu no puedas crear algo diferente, recuerda que en definitiva siempre se trata de ti y no de otros ni de las circunstancias; por difícil y retador que suene, siempre se trata de ti; así que hoy te comparto algunos hábitos que te ayudarán a transformar esa reactividad por proactividad, y la proactividad es esa responsabilidad personal que asumes y que te permite tomar mejores decisiones, porque lo que si quieres es influir en otros no imponerte, lo que sí quieres es tener relaciones armoniosas, lo que sí quieres es ser un modelo de referencia e inspiración, lo que si quieres es una familia feliz y funcional. Asegúrate de incluir estos hábitos que te ayudan a lograrlo.

  1. Pasa tiempo de calidad contigo, no importa la hora, asegúrate de reservar un tiempo cada día para ti, deja de estar ocupada estando ocupada porque afuera nunca encontrarás lo que está adentro de ti; y cuando te hablo de tiempo de calidad, te hablo de tiempo para incluir prácticas ganadoras como la respiración (breathwork) y la meditación.
  2. Aliméntate sabiamente y no desde tus impulsos o desde lo que te muestra el entorno, sé lo difícil que puede ser porque el entorno te bombardea con productos químicos baratos y accesibles que además has aprendido a relacionar con la felicidad, pero la alimentación es información que le das a tu cuerpo, y de su calidad depende lo que cosechas, puedes recoger enfermedad y agotamiento, o salud, energía y longevidad.
  3. Vive el desarrollo personal, convierte en parte de ti, aprender cada día de expertos, herramientas e ideas que te ayuden a ser una mejor tu, que te ayuden a ampliar tu consciencia, que te permitan ver el mundo desde perspectivas grandiosas, que te permitan comprender que sólo trabajando en ti, dejarás de reaccionar y empezarás a crear.
  4. Descansa, un descanso verdaderamente reparador te permitirá no sólo mejorar tu desempeño, sino tener una mente más tranquila y clara, repercutiéndo directamente en la manera como te relacionas con los demás, te permitirá tomar una pausa antes de decir o hacer algo a otros, siendo consciente de que tus palabras crean y con ellas puedes entregar lo mejor o lo peor de ti.
  5. Cúmplete a ti misma; sí, así como lo oyes, cuando no eres leal a ti, cuando procrastinas, cuando hablas pero no actúas en coherencia con lo que dices, estás generando sentimientos de frustración, y si sientes frustración aunque tal vez no lo reconozcas, las respuestas más rápidas que tu mente dará, son respuestas desde el enojo. Aprender a cumplirte es parte fundamental no sólo para crear una vida influyente y no impositiva, proactiva y no reactiva, sino para sentirte mucho más plena contigo misma.
  6. Trabaja en tu autoconfianza, en tu amor propio, en tu autoestima o cómo quieras llamarlo, tras la reactividad se encuentran escondidos pensamientos de inseguridad y miedo no reconocidos, y desde el miedo y la inseguridad, no es posible iluminar a otros y es mucho más difícil construir relaciones acertivas o tener empatía con el otro; sólo desde el crecimiento personal podrás no alimentarte de satisfacción y amor propios y entregar lo mejor de ti a los demás.

Para que tu vida cambie, cambia tus hábitos.

No Comments

Post A Comment